un cuento
SALTÓ Y QUEDÓ Saltó de la cama y quedó sentada, porque la despertó el sonido del teléfono, estaba sumergida en un profundo sueño para nada placentero. Soñaba con unos murciélagos que tenían las alas de colores, amarillas, rojas, azules y blancas, de repente no estaba sola y se vio rodeada de un grupo de jóvenes que parecía no importarles la presencia de los murciélagos, uno de ellos hizo un ruido con la boca y un murciélago de color amarillo se le posó en el brazo, ella quiso gritar, sintió asco, repugnancia, ganas de vomitar, hasta que los ojos del murciélago buscó los de ella y estando frente a frente pudo percibir por primera vez en su vida la mirada de la maldad. Fue entonces cuando sintió el teléfono y despertó. No estaba segura de saber donde estaba, si había finalizado el mal sueño o seguía sumergida en él. Contestó de mala manera y supo que quien hablaba al otro lado era la voz que había esperado durante mucho tiempo. Marita como estás, dijo la voz, y ella casi sin respiración ...