cuento un cuento...

YOLIMA

Combina la blusa de florecitas azules con el pantalón marrón, combina este negro sentimiento con el latir del corazón...
Tomo otro trago como si debiera acabar las botellas de la caja y dejarla vacía, para guardar los libros ó tal vez los zapatos.
Siento un apacible descanso y enciendo un cigarrillo para aprender a fumar, cierro los ojos mientras aspiro, mientras recuerdo los recuerdos y la sonrisa coqueta de Heriberto mientras me decía retardada.
Me voy de estas paredes que me encerraron por tanto tiempo, voy al encuentro del mundo inexplorado.
Dejo esta historia sagrada, esta producción insuficiente donde nos hurgamos hasta hartarnos de tanta hipocresía.
Solo me llevaré los libros, los zapatos y la ropa, me llevaré el sabor de vacío, el olor de la saciedad.
No buscaré otra cosa que arena de mar, sonrisas aladas, un buque anclado y bailaré borracha para los marineros, para mí.
Donde me caiga una lluvia de estrellas ó donde mis lágrimas caigan llenas de tranquilidad.
Voy en busca del tesoro perdido que creí alguna vez encontrar en este lugar...
Brillan las últimas velas que aún no se funden con el suelo, con las baldosas tantas veces pisoteadas por nuestros cuerpos.
Hasta pena me da con mi vida, también con estos pantalones molidos por ellas antes de hacer el amor.
Sola me despido de este encierro, tan sola como estaba el día que me invitaste a tomar café en esta sala, como cuando preparábamos la cena de los enamorados y me besabas junto a la mesa de la cocina.
Vuelvo a salir por la puerta que me encerró en este laberinto.
Donde fui la abnegada YOLIMA que te preparaba lechecita tibia para que conciliaras el sueño.
Se acabó, salgo con mis cajas, con mi vida, con mi furia despierta por esa maldita puerta para nunca volver.
Para que tu grandioso ego tenga todo el espacio, para que puedas inundarlo todo con tu absurda hombría.
Ojalá que recuerdes como Yolima vivió aquí siendo un cuadro más ó una de tus guitarras con las cuerdas destruidas.

(Este cuento pertenece a mi libro de "Apartituritas")

Comentarios

  1. le pasa a muchas mujeres, por que como tu dices el ego de los hombres es tan grande que puede ocupar todo el espacio en una casa. enhorabuena...
    charo lopez

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  2. Bello cuento...sería un placer y un honor poder leer más....

    Un abrazo Marcia Juliana

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